Mercedes García Llano
Licenciada en Psicopedagogia, Instructora de FFHH/CRM/TEM, Piloto privado
Buenos Aires, Argentina
CEREBRO – APRENDIZAJE Y ENTRENAMIENTO
Mucho se habla del entrenamiento, “Training”, y la necesidad de un entrenamiento constante en el ámbito aeronáutico, pero no necesariamente implica que comprendamos lo que significa y el impacto que tiene en aquellos que nos manejamos con procedimientos y estamos inmersos es esta que llamamos “tecnología de alto riesgo” o “Sistema Socio técnico Complejo”
Además, muchos de nosotros, somos responsables de que los operativos, aquellos que están en la primera línea (Controlador de Tránsito Aéreo, Piloto, Técnicos en comunicación, navegación y vigilancia y ARO/AIS), adquieran las competencias para cumplir sus funciones de acuerdo a los estándares de seguridad aceptables, o sea, somos responsables de su capacitación continua.
Diseñar un programa de entrenamiento nos lleva si o si a la necesidad y al deseo de conocer cómo es el proceso de aprendizaje en el ser humano, cuáles son las limitaciones y capacidades que tiene, para así poder sacar el mejor provecho del cerebro. De esa manera nos aseguramos que el aprendizaje se construyó, se optimizó. Y junto con esto comprender que éste proceso de aprendizaje va de la mano con el proceso de enseñanza, por lo que, la díada enseñanza-aprendizaje, es indisoluble. Pichon Riviere lo llama “enseñaje”
Sabemos que el cerebro tiene una capacidad infinita y que, de acuerdo a los estudios de escaneo realizados los últimos años, posee una propiedad que se denomina plasticidad neuronal, cuyo resultado es la modificación del cerebro a partir de la experiencia y del aprendizaje. Esta posibilidad de modificación es permanente, por lo que se infiere que no hay límite de edad para aprender, sino que aprendemos y nos adaptamos al medio durante toda la vida.
De este principio se desprende que los operativos pueden seguir aprendiendo y construyendo modelos mentales durante toda su vida profesional. Conocer y comprender que las funciones cognitivas superiores (atención, memoria, aprendizaje) están distribuidas en diferentes partes del cerebro nos permite hablar de funciones integradoras y desde ahí tener una visión holística a la hora de diseñar e implementar un programa de entrenamiento.
Por último, a la hora de pensar en entrenamiento, es necesario pensar en cuáles son los procesos o fases por las que pasa la información, a través de la memoria perceptual a una memoria de corto plazo, y termina, por medio de la asociación con conocimientos previos, consolidándose en la memoria de largo plazo, donde va a quedar almacenada para toda la vida.
Como conclusión podemos decir que, los avances en neurociencias y la aplicación de las mismas en el ámbito del aprendizaje, hace que los programas de entrenamiento del personal aeronáutico sean más efectivos y de ese modo aumenten los niveles de seguridad en las operaciones aéreas.