Fernando Mendoza Vargas
Administrador Aeronáutico -Piloto de la Fuerza Aérea Colombiana
Jefe de Búsqueda y Salvamento de la FAC
Bogotá, Colombia

 

EL LÓBULO FRONTAL EN LA AVIACIÓN

Como hemos venido aprendiendo, el lóbulo frontal es uno de los 4 lóbulos que cubren la corteza cerebral y se encuentra ubicado en la parte delantera, ligeramente detrás de la frente.

¿Pero por qué es importante este lóbulo y cómo se relaciona con el comportamiento humano en el campo de la aviación?

Ya sabemos que el lóbulo frontal está directamente relacionado con la toma de decisiones así como también con el proceso de planificar, la resolución de problemas, el buen juicio, y estos procesos son de vital importancia en la aviación y enfocándolo desde el punto de vista como piloto, puedo decir que esta sección del cerebro es la responsable de esas ágiles y buenas decisiones a las que nos vemos enfrentados, todos aquellos que estamos al mando de una aeronave.

La importancia del lóbulo frontal radica en que es capaz de posponer los impulsos del sistema límbico, es decir todo lo que obedece a las emociones e impulsos primitivos e instintivos de las amígdalas cerebrales “para seguir planes elaborados y optar a conseguir objetivos abstractos o situado en un punto muy lejano en el tiempo”. (Torres, 2018)

Gracias a estas funciones del lóbulo frontal, es que un piloto es capaz de tener ese autocontrol para sobreponerse a las emociones y respuestas instintivas y poder actuar como se dice en el argot aeronáutico con “cabeza fría”.

Ese autocontrol inicia incluso desde niños y fue comprobado mediante el test de la golosina realizado por el psicólogo Walter Mischel a niños preescolares de una guardería de la Universidad de Stanford. Esta prueba consistía en llevar a un niño a una habitación donde había una golosina  y le decían que si era capaz de resistir la tentación y no comérsela durante 15 minutos, después podría tomar más de una.

El experimento a largo plazo llevó a Mischel a concluir que los niños que pudieron esperar, eran más exitosos durante su edad adulta y gozaban de un mayor autocontrol.

“Mischel y sus colegas postularon la existencia de un “Hot System” y un “Cool System” en el cerebro. El Hot System es emocional, simple, irreflexivo, rápido y centrado en la amígdala. Se desarrolla temprano en el niño y se incrementa con el estrés. El Cool System (reflexión), por otro lado, es más cognitivo que emocional, complejo, reflexivo y centrado en los lóbulos frontales y el hipocampo. En el Hot System, el estímulo nos controla; en el Cool System, nosotros controlamos el estímulo” (Mischel, 2015)

De acá podemos concluir que un piloto con un cerebro entrenado, va a lograr controlar mucho mejor la toma de decisiones y si sabe manejar el estrés, conseguirá responder de una mejor manera a las diferentes situaciones a las que se enfrenta en una cabina de vuelo y asi mismo, podrá sortear mucho mejor una emergencia al tener activo ese cool system que mencionó Mischel que podría ser el origen de lo que en nuestro medio llamamos “cabeza fría” para ese manejo de situaciones complejas en nuestra profesión y que en el momento de una emergencia, nos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

 

Bibliografía

 

Mischel, W. (2015). El Test de la Golosina. España: Debate. Obtenido de Psicoactiva.com.

Torres, A. (15 de Junio de 2018). Psicología y mente. Obtenido de psicologiaymente.com: https://psicologiaymente.com/neurociencias/lobulo-frontal-cerebro