JAVIER CAICEDO
Piloto Comercial de Avión
Cali, Bogotá

La adecuada formación es uno de los peldaños base en el éxito de una persona y más si se trata del personal aeronáutico. ¿Cuánto dura la formación de un Piloto, de un tripulante de cabina, de un despachador de vuelo o de un ingeniero aeronáutico? A decir verdad, la respuesta está en nuestro cerebro. El cerebro humano cuenta con la valiosa y magnifica habilidad para recuperarse y reestructurase a lo largo de toda la vida, siendo esto una reacción a la diversidad del entorno, lo anterior mencionado se conoce como plasticidad cerebral.

Ahora bien, si decimos que durante toda la vida de cada persona existe la posibilidad de que esta aprenda algo nuevo y simultáneamente sabemos que día a día se van creando nuevas tecnologías aeronáuticas, se mejoran y crean procesos para la seguridad operacional, se investigan nuevos fenómenos meteorológicos, se actualizan procedimientos de vuelo en cartas aeronáuticas; es conveniente afirmar que “un piloto está en proceso de formación durante toda su vida” (podríamos cambiar la palabra piloto por cualquier persona que se relacione con el medio aeronáutico).

“La educación empieza con la vida y no acaba sino con la muerte. El cuerpo es siempre el mismo, y decae con la edad; la mente cambia sin cesar, y se enriquece y perfecciona con los años. Pero las cualidades esenciales del carácter, lo original y energético de cada hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada” (Martí, 1975, t. 18, p, 390).

Hablemos bajo la perspectiva de un futuro piloto que se encuentra en su etapa de escuela de tierra (recordemos que esta conducta podrá ser repetitiva durante toda su vida laboral o en relación con el medio aeronáutico). Uno de los puntos claves que marca el proceso de aprendizaje en una persona es la motivación. Dentro de la escuela aeronáutica donde se encuentra nuestro estudiante, hay una gran competencia en pro del reconocimiento, ya sea expresado en sus calificaciones, en los cumplidos de sus instructores y/o en el alarde que hace a sus compañeros. La sensación de reconcomiendo una vez experimentada crea una especie de adicción, lo que a su vez motiva al estudiante para expandir sus conocimientos, generar mejores métodos de estudio y estar a la vanguardia de las temáticas, impulsándolo a un aprendizaje autónomo.

Mientras el estudiante se ve envuelto en este proceso de placer y esfuerzo provocado por la motivación del reconocimiento, su cerebro ya está experimentando cambios estructurales en todas las partes de su cerebro, debido a que la formación especialmente para pilotos requiere que los estudiantes sean instruidos en múltiples temas como; la navegación aérea , el derecho aéreo, meteorología, aerodinámica, performance, radiotelecomunicaciones, seguridad operacional, mercancías peligrosas, motores de aeronaves, entre otros. Cada una de estas asignaturas tiene una gran incidencia en partes especificas del cerebro como podría ser el caso del lenguaje que está relacionado con radiotelecomunicación y el derecho aéreo que se centra en el lóbulo frontal, las matemáticas involucradas estrechamente con la navegación aérea, el performance y los cálculos estimativos de los vuelos, relacionados con el lóbulo parietal. No esta demás afirmar que todas las partes del cerebro interactúan entre sí en los procesos de aprendizaje, aunque haya una mayor respuesta en zonas específicas dependiendo de la actividad.

El ejemplo anterior es una clara evidencia de como la motivación desencadena el deseo de aprender, el que a su vez da una muestra del concepto de plasticidad cerebral mencionado anteriormente.

En la actualidad la humanidad está viviendo una situación que marcará la historia por generaciones. La conocida pandemia originada por el virus COVID-19 tiene paralizado al mundo entero, las fronteras de los países están cerradas, las aeronaves detenidas, las personas resguardadas en sus casas, todo para evitar el contagio. Sin embargo, sabemos que esta crisis venidera será sobre pasada y esperamos que sea con prontitud, por eso seguimos a la vanguardia del aprendizaje eficiente, consolidando las metodologías de enseñanza virtuales y fomentando el aprendizaje autónomo. Este último concepto es algo vitalicio en la aviación “aprendizaje autónomo” y no se hace referencia este solo por la situación actual, en el campo de la aviación es algo vital si realmente se quiere obtener resultados satisfactorios en el medio.

Para concluir, podemos ver a nuestro cerebro como un musculo que debemos ejercitar con metodologías de aprendizaje y nutrir con nuevos conocimientos, sin olvidar darle los descansos adecuados y hacerlo en repeticiones constantes si queremos ver los mejores resultados, teniendo en cuenta que esta tarea no depende solo de los instructores, si no del deseo individual que cada persona tenga para buscar más conocimientos e interiorizarlos de la manera adecuada.

Bibliografía:

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CogniFit. (2015, 10 diciembre). CogniFit. Recuperado 30 marzo, 2020, de https://www.cognifit.com/es/plasticidad-cerebral

Ortiz. A, (2015). Neuroeducación. Bogotá: Ediciones de la U